El precio de venta incluye el Impuesto al Valor Agregado (IVA), de tal forma que para el cálculo de este impuesto adicional se utilizará el valor “total” que aparece en la factura, en tanto que en la importación directa el precio de venta corresponde al “valor final aduanero”, compuesto este último por el valor aduanero o en su defecto el valor CIF, más los gravámenes aduaneros y el Impuesto al Valor Agregado establecido en el Decreto Ley N° 825 de 1974, conforme a lo dispuesto en la letra a) del artículo 16 del mismo cuerpo legal.