La «cadena de valor» es un concepto utilizado en el ámbito empresarial para describir el conjunto de actividades que una empresa lleva a cabo para entregar un producto o servicio al cliente final. Fue popularizado por Michael Porter en su libro «Competitive Advantage» (Ventaja Competitiva).
La cadena de valor descompone las actividades de una empresa en dos categorías principales: actividades primarias y actividades de apoyo.
- Actividades primarias:
- Logística interna: recepción, almacenamiento y distribución de materias primas.
- Operaciones: transformación de materias primas en productos finales.
- Logística externa: distribución de productos finales al cliente.
- Marketing y ventas: promoción y venta de productos o servicios.
- Servicio: asistencia postventa y soporte al cliente.
- Actividades de apoyo:
- Infraestructura de la empresa: funciones generales de la empresa (gestión, finanzas, contabilidad, etc.).
- Gestión de recursos humanos: reclutamiento, capacitación y desarrollo del personal.
- Desarrollo tecnológico: investigación y desarrollo, tecnología de la información, automatización, etc.
- Adquisición de insumos: adquisición de materias primas, equipos y suministros.
La cadena de valor se utiliza para identificar áreas de oportunidad para mejorar la eficiencia, reducir costos y crear ventajas competitivas. Al comprender cada etapa de la cadena y cómo agrega valor al producto o servicio final, las empresas pueden tomar decisiones estratégicas informadas sobre cómo operar y competir en su industria.