Es la tasa máxima que pueden utilizar las instituciones que otorgan créditos, y se determina mensualmente por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
Las Cajas de Compensación de Asignación Familiar deben cobrar tasas de interés similares a la tasa de interés corriente (promedio ponderado de las operaciones de crédito).